MENOPAUSIA Y LOS INCÓMODOS
SOFOCOS
Menopausia proviene del griego
Mins que quiere decir mensualmente y pausis que significa cese. Es un periodo
de cambios hormonales que provocan alteraciones fisiológicas en el cuerpo de la
mujer, existe una reducción en la producción de las hormonas estrógenos y
progesterona y finaliza la etapa reproductiva.
Dentro de todos los síntomas que
se asocian a esta etapa se encuentran
los conocidos sofocos, pero ¿porqué se producen y como se producen? Su
mecanismo de producción no se conoce con precisión. Su aparición parece estar
relacionada con las bruscas variaciones hormonales típicas de esta época.
Constituyen la queja más común y frecuente que refieren las mujeres, y por la
que suelen acudir al médico en busca de ayuda.
Estas sofocaciones afectan al 80%
de las mujeres menopáusicas, y a un 25-50% de ellas les duran 5 años o más. Son
bastante variables en frecuencia, intensidad y duración. Las mujeres perciben
estas sofocaciones como una sensación
súbita de calor intenso en cara, cuello y pecho que se acompaña de
enrojecimiento cutáneo difuso o localizado, episodios de sudoración y a veces
de aceleración del ritmo cardíaco. Su duración es muy variable de segundos a
minutos, con inicios y finales súbitos que se pueden repetir varias veces al
día e incluso por la noche, lo que se traduce en dificultad para conciliar el
sueño (insomnio). Tras los sofocos suelen presentarse escalofríos y sudoración
profusa.
Aunque estos sofocos no son
peligrosos pueden provocar muchas molestias a las mujeres, hasta el punto de
que a muchas de ellas les impide realizar sus actividades diarias con
normalidad.
Sepa porque ocurren estos repentinos sofocos y como es posible
tratarlos a través de este vídeo educativo
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